Bienvenido Entre Discípulos
¿Por qué discípulos?
Jesucristo inició el movimiento al invitar a un grupo ordinario de personas al decir: «Sígueme»
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Al aceptar la invitación, estos hombres se tornaron en seguidores, aprendices, amigos, multiplicadores de discípulos.
El evangelio de(Mateo 4:19) RVR 60. registra la primera invitación hecha: “Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.”
El movimiento inició hace siglos y continúa creciendo hoy mediante la misma invitación. Al Igual que los primeros participantes, tenemos cuatro motivos medulares por el cual somos discípulos.
…Somos discípulos porque seguimos a Jesús…
En primer lugar, porque seguimos a Jesús. Un discípulo es un seguidor del maestro y un aprendiz de su enseñanza, fuimos llamados a seguirle, estamos absolutamente comprometidos a andar en su camino, hablar su palabra, vivir la vida a su estilo, amando a Dios, amando a las personas tal como él vivió, creciendo en nuestra comunión con Dios cada día como él lo hizo y, mientras lo hacemos, continuamos invitando a todos a nuestro alrededor a seguirle de la misma manera.
…Somos discípulos porque aprendemos de Jesús…
En segundo lugar, porque aprendemos de Jesús. El término «Discípulo» aparece solamente en los Evangelios y en Hechos, y se refiere a aquellos que abrazan las enseñanzas de Cristo. Obviamente tiene como fin aprender de él y crecer en madurez espiritual. El plan de Dios no es simplemente que las personas se conviertan en adherentes de Jesús, sino que lleguen a ser verdaderamente como él, personas que aman a Dios obedeciendo y compartiendo con otros el mensaje del Evangelio. El Nuevo Testamento, considera a un discípulo a todo aquel que: cree en Jesucristo, se arrepintió de sus pecados, fue bautizado y confesó públicamente su fe y continúa perseverando en Dios; cuyo nombre está escrito en el libro de la vida del Cordero, que está creciendo en la gracia y el conocimiento de él, y que es un miembro responsable de su cuerpo, que es la iglesia.
De hecho, a la primera comunidad cristiana se conocía a sí misma con el nombre de “Discípulos” (Hechos 6:1, 2, 7; 9:1, 10, 19, 25, 26, 36). “A los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía” (Hechos 11:26).
…Somos discípulos porque amamos a Jesús…
En tercer lugar, Porque amamos a Jesús. Amarlo significa obedecer su palabra, esta es la base del movimiento; seguimos sus instrucciones:
(Juan 14:15) NVI. Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos.
(Juan 14:21–23) NVI.
21 ¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y me manifestaré a él.
22 Judas (no el Iscariote) le dijo:
—¿Por qué, Señor, estás dispuesto a manifestarte a nosotros, y no al mundo?
23 Le contestó Jesús:
—El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra vivienda en él.
Jesús prometió que tanto Dios padre como él mismo, se manifestarían a los que le aman, aunado que harían de nosotros su morada. ¡Imagina la grandeza de esta verdad por un instante! Dios viviendo en nosotros, esta es la experiencia más fascinante a la que cualquier persona pueda aspirar. Vivir en la familia de Dios y ser la morada del Dios eterno. Esta es razón suficiente para seguirle; no obstante, la abundancia del amor de Dios es exageradamente basta e inmensurable, aún hay más promesas; de hecho, Jesús otorga un nivel de intimidad superior a los discípulos obedientes, nos llama sus «amigos» y nos ha dado a conocer el completo plan de salvación de Dios para toda la humanidad; ese es el motor de nuestro movimiento: que todos conozcan a Jesús.
(Juan 15:14–17) NVI.
14 Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando.
15 Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes.
16 No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.
17 Éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros.
Fuimos escogidos para obedecerle, para alcanzar a otras personas de cada nación, etnia, lengua y continente, con su amor eterno.
Estas tres razones nos llevan a plantearnos algunas interrogantes:
La respuesta de cada uno de los primeros seguidores fue asombrosamente radical, la mayoría cambió totalmente su vida, algunos dejaron todo atrás y le siguieron, inclusive llegaron a morir por Jesucristo y el Evangelio.
En tu caso, ¿Has escuchado la invitación? ¿Eres un discípulo de Jesús? De ser un discípulo, nos encantaría conocerte y compartir algunas herramientas esenciales para hacer otros discípulos de forma efectiva y rápida.
…Carácteristicas de un discípulo…
Aquí te ofrezco algunas evidencias que te ayudarán a responder estas preguntas:
El Señor Jesús nos enseña que él es nuestro “Maestro” (Juan13:13), pero dejó muy claro que aquellos que quisieran ser sus discípulos (aprendices) tenían que reunir ciertas características, incluidas en las siguientes declaraciones: Entrega absoluta a él, “Niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame” (Mateo 16:24; Marcos 8:34) RVR 60. Renuncia a todo, “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida.… [si no] renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.” (Lucas. 14:26, 33); Obediencia absoluta a su palabra, “Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos” (Juan 8:31); lo cual sería muy fructífero: “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros… y seáis así mis discípulos” (Juan 15:7–8). Amor a Dios y a los perdidos: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” (Juan 13:35). Seguramente tu respuesta es similar; sí, eres un discípulo y por ello eres parte de este indetenible movimiento, por lo tanto, asumiste la maravillosa misión. Aquí el último motivo:
…Porque continuamos haciendo discípulos de todas las naciones…
Jesús al resucitar delegó la misión, así lo reflejan los cuatro evangelios y el libro de Hechos. Desde entonces el movimiento de discípulos sigue creciendo (Mateo 28:18–20, Marcos 16:14–18; Lucas 24:36–49; Juan 20:19–23; Hechos 1:8). Actualmente, estamos unidos en cada nación, ciudad, pueblo y etnia de toda lengua en cada continente, a fin de dar a conocer el Evangelio de Cristo, en aras de cumplir con la misión y ver al Señor Jesús regresar a reinar con su pueblo.
La reflexión final es simple: ¿Eres un (a) discípulo (a)? ¿Estás dispuesto a hacer otros discípulos? ¿Eres parte del movimiento allí donde vives? ¿Deseas ser parte? Si deseas unirte a Jesús y ser un discípulo que hace otros discípulos, ponte en contacto y te ayudaremos a seguir la misión allí donde estás.
Recuerda:
(Mateo 24:14) «Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin».
[JLV1]A mi pesar, la RAE cambió algunas palabras que llevan tilde. Aquí solo se acentúa cuando hay riesgo de ambigüedad.